Origen
Fundándose en un pasaje de Cicerón, la tradición filológica señala como fecha natalicia del teatro romano el 240 a.C., con la representación de una tragedia traducida del griego por Livio Andrónico. Con anterioridad a esta fecha, en los primeros siglos de Roma no puede hablarse de representaciones teatrales propiamente dichas, pero sí hay precedentes más o menos rudimentarios.
Fundándose en un pasaje de Cicerón, la tradición filológica señala como fecha natalicia del teatro romano el 240 a.C., con la representación de una tragedia traducida del griego por Livio Andrónico. Con anterioridad a esta fecha, en los primeros siglos de Roma no puede hablarse de representaciones teatrales propiamente dichas, pero sí hay precedentes más o menos rudimentarios.
Precedentes
1.
Los carmina fescennina. Su nombre
procede de Fescennium, ciudad etrusca, y están ligados a la recogida de la
cosecha. Consistían en diálogos en verso, de contenido satírico y licencioso,
improvisados, entre dos campesinos, que aguzaban su ingenio para lanzarse
pullas e injurias mutuas, con el regocijo de los asistentes.
2.
La fabula atellana. Representaciones
igualmente improvisadas y rudimentarias, pero ya con una cierta línea
argumental, en ella los actores llevaban máscara y los personajes eran siempre
los mismos: Maccus, el viejo glotón, Buccus, el fanfarrón, Dosennus, el jorobado malicioso, Manducus, el masticador.
3.
La satura. Conjunto de diálogo con
música y con danza; cuando a la satura
se le añade un argumento surge la representación dramática.
Subgéneros
Los dos subgéneros básicos del drama latino son la comedia y la tragedia.
La tragedia de tema griego es la fabula
graecanica o cothurnata, la
comedia de tema griego es la fabula
palliata. Las obras de tema romano son la fabula praetexta y la fabula
togata, la primera de género trágico y la segunda del cómico.
Representación
Las
representaciones se celebraban en determinadas fiestas y estaban
patrocinadas por un magistrado. Los actores
eran varones y actuaban con máscaras, lo que les facultaba para representar
papeles femeninos o incluso varios papeles en una misma obra.
Las tragedias y las comedias eran composiciones en verso. Tenían partes de diálogo hablado
y escenas declamadas con acompañamiento de algún instrumento o cantadas con
acompañamiento de flauta.
El teatro romano como género literario no superó el
estadio de imitación, e incluso
copia del griego.
De todas las obras dramáticas de la literatura latina
sólo hemos conservado las comedias de Plauto
y Terencio y las tragedias de Séneca
Contenido
La ubicación concreta de la
acción no tiene importancia, ya que los conflictos que se presentan pertenecen
al mundo privado de los personajes.
Peripecias privadas sin gran
transcendencia y con final feliz. El tema principal son las parejas de
enamorados que luchan por estar juntos. Otros son la búsqueda de hijos perdidos hace tiempo, los engaños de
esclavos atrevidos, las astucias e intrigas de los parásitos. Los equívocos y
las intrigas le dan movimiento e interés ó tema y constituyen un recurso cómico eficaz.
Casi todas las comedias pueden resumirse
en la lucha entre dos antagonistas sobre la posesión de una propiedad, que
puede ser una mujer, el dinero necesario para liberarla, el dinero sin más… El
final de la obra también es predecible: en una riña sobre el amor de una chica
el vencedor será siempre el chico enamorado sobre el viejo verde, el casado, el
lenón… El final feliz llega siempre gracias a las estratagemas del astuto
esclavo.
Personajes
Gente
corriente de una ciudad griega cualquiera: ciudadanos normales con sus familias
y sus esclavos y parásitos. Sus rasgos son exagerados, son caricaturas, seres
grotescos, personajes-tipo sin características propias, idénticos en todas las
comedias. Sus personajes están agrupados en nueve categorías: el joven
enamorado (adulescens), con el viejo
verde (senex), el esclavo fiel,
astuto e ingenioso (servus), matronas
nobles y comprensivas (matronae),
jóvenes (virgo, puella), objeto de
pasión amorosa o prostitutas contra su voluntad (meretrix, meretrices),
los parásitos de efecto cómico (parasitii),
alcahuetes sin escrúpulos atentos únicamente al beneficio (lenón, lena)., cocineros (coqui).
Adulescens: el chico enamorado. Su amor por una chica de buena
familia o una esclava o prostituta es el hecho que da pie a toda acción. Para
alcanzar su objetivo contará con la ayuda de un fiel esclavo o de un amigo. Son
personajes atormentados, enloquecidos por su amor, incapaces de solucionar sus
propios problemas sin la ayuda de su inteligente esclavo.
Senex: el viejo. Puede ser el padre del chico. Es un viejo irritado,
avaricioso, crédulo, destinado a ser burlado y estafado por el esclavo. La
máxima expresión grotesca es el viejo enamorado, sobre el que caerán todas las
burlas y mofas de los demás personajes, y desde luego las risas del público.
Servus: el esclavo. El auténtico protagonista de las obras de
Plauto. Engaña a todos para ayudar a su joven amo. Listo, mentiroso,
irrespetuoso, sin escrúpulos; se ríe de todo el mundo, de sí mismo, de su amo. Es
el personaje del que a veces se sirve Plauto para hacer llegar al público sus
propias ideas.
Virgo, puella, meretrix: son las chicas, objeto de pasión amorosa.
Si la chica es libre, no saldrá nunca a escena. Las que salen son meretrices o
hijas de padres desconocidos que la final resultan ser personas libres de
nacimiento que están en poder de un lenón al que fueron vendidad después de ser
raptadas de pequeñas.
Plauto (251?-184 a.C.)
Las
obras de Plauto pertenecen a la palliata,
es decir, son obras de asunto y ambientación griega, pero sus personajes y
situaciones son netamente romanos. Este tipo de comedia permite al autor un
mayor distanciamiento, punto de vista necesario tanto en el humor como en la
crítica, y a este respecto debemos tener en cuenta que las leyes romanas no
permitían las invectivas personales o políticas. Su modelo lo encontramos en la Comedia Nueva del griego
Menandro.
Siguiendo la investigación de Varrón, nos han llegado veintiuna obras que el crítico atribuye
a Plauto.
La mayoría de sus obras son variaciones sobre un tema conocido. Nos
podemos encontrar con bodas entre personajes de clases sociales diferentes,
viajes que acaban en naufragios con inesperados supervivientes, promesas de
fanfarrones a jóvenes incautas que se dejan deslumbrar, equívocos entre
gemelos, reencuentros de padres e hijos.
Sólo Anfitrión presenta un tema mitológico: Júpiter visita a
Alcmena con el aspecto de su esposo
Anfitrión mientras Mercurio acompaña al padre de los dioses bajo la figura del
esclavo de Anfitrión, Sosias. La obra es una parodia de la concepción y
nacimiento de Hércules.
En su comedia Casina se esfuerzan el joven enamorado y el hombre de
edad por conquistar a la misma muchacha.
El tema fundamental de Mostellaria es un presunto fantasma con
cuya descripción un esclavo taimado quiere impedir que un padre regrese a su
casa y sorprenda a su hijo entregado a los placeres y al amor.
Comedias como Captivi, Cistellaria o Rudens tienen un fondo más serio y la
acción culmina con el reconocimiento de un hijo que se creía perdido.
Asinaria es una comedia de enredo en la que un padre y un hijo
están enamorados de la misma mujer que va a ser comprada con el producto de la
venta de unos asnos.
En Miles gloriosus nos encontramos con el militar fanfarrón.
El mundo de las comedias de
Plauto es el de los hombres de la calle. Sus personajes más frecuentes son el esclavo, el viejo, el joven
enamorado, la prostituta, el parásito, el alcahuete, el cocinero, el soldado…
Sus obras van precedidas de un prólogo que es explicativo y que pide
la benevolencia y los aplausos del público. Antes de que la acción
comience, una divinidad, un personaje
simbólico o alegórico o bien un actor explica al público su argumento y trata
de captar su atención y su favor.
El mérito indiscutible de Plauto
no reside ni en la acción ni en los caracteres, sino que brota de su lenguaje, cuyo vigor, frescura y riqueza
expresiva admiraban ya Varrón o Cicerón.
Influencia posterior
La recuperación definitiva de la
obra de Plauto se produce en el Renacimiento italiano del s. XIV. Los eruditos
de la época leen al autor latino y así sus comedias se convierten de nuevo en motivo de imitación de piezas
escritas tanto en latín como en italiano.
El impulso italiano llegó al
resto de Europa: Shakespeare y su “Comedy of Errors”, Molière y su “Avare”,
Calderón, etc..
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